Lima, octubre 22 de 2025.- La convergencia de tecnologías como la computación de alto rendimiento (HPC), el streaming, el aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial (IA) ha provocado un desafío crítico en los centros de datos: la disipación de calor.
El desafío de la densidad de energía
Históricamente, los racks de TI consumían entre 5 y 10 kW. Sin embargo, el desarrollo de chips de alto rendimiento (incluyendo aceleradores de IA como GPUs y TPUs) y arquitecturas densas ha disparado este consumo, con racks que ahora superan fácilmente los 100 kW. Estos chips modernos generan densidades térmicas extremadamente altas, que alcanzan varios cientos de vatios por centímetro cuadrado, operando a temperaturas que superan las capacidades de los sistemas convencionales de enfriamiento por aire. En consecuencia, los disipadores de calor y ventiladores tradicionales se han vuelto insuficientes para mantener temperaturas operativas seguras.
La solución, enfriamiento líquido
El enfriamiento líquido ha emergido como una solución necesaria, con el agua posicionándose como el medio más eficiente para disipar el calor debido a su conductividad térmica significativamente superior a la del aire. Esta tecnología ofrece múltiples beneficios cruciales para los centros de datos modernos:
Mayor Eficiencia: Proporciona una transferencia de calor superior.
Ahorro Energético: Reduce el consumo de energía de la infraestructura de enfriamiento hasta en un 30% al requerir menos ventiladores.
Rendimiento y Densidad: Minimiza el estrangulamiento térmico (que reduce el rendimiento del procesador) y permite implementaciones de mayor densidad por rack.
Flexibilidad: Ofrece alta escalabilidad modular, una huella física más pequeña y mejor control ambiental.
Dentro de las opciones, el enfriamiento líquido directo al chip (donde el fluido circula a través de placas frías) es particularmente efectivo para gestionar los componentes de alta carga térmica.
Estrategia de implementación
Aunque la tecnología avanza rápidamente, la opción más realista por ahora es un enfoque híbrido que combine filas de racks con enfriamiento líquido y otras con soluciones tradicionales de aire, como CRACs o AHUs.
Para los inversores que buscan construir centros de datos modernos o para aquellos que buscan adaptar sitios existentes a la computación de alta densidad, se recomiendan pasos esenciales:
Estudiar el mercado y las cargas de los clientes para evitar la obsolescencia
Diseñar inteligentemente integrando la infraestructura mecánica, eléctrica y civil para el enfriamiento líquido desde el principio, permitiendo concentrar la carga y crecer progresivamente.
Entender al cliente, ya que la necesidad de enfriamiento líquido puede ser solo en áreas específicas
Debido a la explosión constante de la demanda generada por la IA, HPC y otros servicios, el texto concluye que el enfriamiento líquido no es una tendencia pasajera, sino una tecnología que llegó para quedarse.