Latinoamérica se enfrenta a una oportunidad única para desarrollar la próxima generación de nuevas estrellas de la tecnología. Las condiciones del mercado como Internet y el crecimiento de los usuarios de Internet móvil superan a los EE.UU. El PIB de Latinoamérica de US$ 5,5 billones es mayor que el de India (2,6b) y el de Japón (4,8b).
Además, los bancos y los complejos industriales siguen dominando el mercado, dejando mucho espacio para conquistar el futuro. Podríamos argumentar que se trata de supuestos obvios y que no ha cambiado mucho. Pero algo ha cambiado.
Aquí podemos ver las 15 economías más grandes del mundo, y cómo Latinoamérica con sus 32 países se compara (PIB 2017):
1. EE.UU. US$ 19,391 billones
2. China US$ 12,015 billones
3. Japón US$ 4,872 billones
4. Alemania US$ 3,685 billones
5. California US$ 2,747 billones
6. Reino Unido US$ 2,625 billones
7. India US$ 2,611 billones
8. Francia US$ 2,584 billones
9. Brasil US$ 2,055 billones
10. Italia US$ 1,938 billones
11. Texas US$ 1,696 billones
12. Canadá US$ 1,652 billones
13. Nueva York US$ 1,547 billones
14. Corea del Sur US$ 1,538 billones
15. Rusia US$ 1,527 billones.
3. Latinoamérica (32 países) US$ 5,493 billones
Registros de financiamiento del capital de riesgo en la región
Actualmente estamos pasando por la fase de madurez de la revolución tecnológica de Internet. Según el informe de Carlota Perez de 2001, cuando los principales mercados se saturan el conjunto de tecnologías y capital financiero se mueve hacia la periferia: hacia los países menos avanzados.
Y los cambios recientes en el panorama de la inversión regional sugieren que esto está sucediendo. En 2017, la inversión en tecnología de capital riesgo en la región alcanzó un máximo histórico de US$ 1.100 millones.
Un gran avance si lo comparamos con los cinco años anteriores, que se habían mantenido estables en torno a los US$ 500 millones. Esta tendencia continúa hoy en día, con más de US$ 600 millones invertidos sólo durante el primer trimestre de 2018.
Las mega rondas son reales
El historial de financiamiento puede explicarse en parte por la aparición de mega rondas en la región. Por primera vez, las empresas están recaudando rondas de más de US$ 100 millones. 99 (adquirida por Didi Chuxing), Nubank y Rappi, han levantado mega rondas en los últimos dos años.
Otros han recaudado grandes rondas, como Selina y Movile, con más de US$ 90 millones, o Auth0, con US$ 50 millones en 2018. Pero el aumento de las cantidades en dólares no sólo está impulsado por las mega rondas.
Más de 30 transacciones de US$ 3 millones o más ocurrieron en 2017, lo cual es el triple en la cantidad de rondas de esa cifra en comparación con 2016. Esto muestra una madurez de mercado nunca antes vista.
Crece la presencia de inversionistas internacionales
Las empresas mundiales de capital riesgo han invertido tímidamente en la región durante los últimos años. Pero esto también ha cambiado. Hay varios jugadores nuevos y viejos en busca de oportunidades. Algunos de ellos son Andreessen Horowitz, Sequoia Capital, Accel Partners y SoftBank, además de inversionistas estratégicos como Didi Chuxing. Sólo en 2017, más de 25 nuevas empresas mundiales de capital riesgo ingresaron a la región.
Desarrollo del ecosistema
Para aprovechar al máximo la fase de madurez de las revoluciones tecnológicas, los dólares de capital de riesgo no son suficientes. Deben cumplirse otras condiciones complementarias, condiciones que pueden amplificar el impacto de un nuevo flujo de capital. Como dice Pérez: también deben ser satisfechas condiciones como la infraestructura física, social y tecnológica y deben existir clientes locales competentes.
Como se ha mencionado anteriormente, condiciones como el uso de Internet y la riqueza son una realidad. Además, la cantidad de usuarios de teléfonos inteligentes y compradores de comercio electrónico está alcanzando los niveles de Estados Unidos. Pero otra condición ha cambiado: el apoyo institucional.
Apoyo institucional
En la década de 2010, la aparición de nuevas empresas de capital riesgo y aceleradores impulsó los ecosistemas regionales. Juntos crearon un ecosistema fértil que dio origen a una nueva clase de empresas latinoamericanas.
Con el paso del tiempo, el apoyo de los gobiernos locales y de los inversionistas institucionales también se hizo realidad. A través de diferentes programas, líneas de financiamiento y cambios regulatorios, ahora se apoya el desarrollo de los ecosistemas locales.
Algunos ejemplos son Start-Up Chile, el Fondo de Fondos de México, el BNDES de Brasil y el reciente proyecto de ley de empresarios aprobado en Argentina. Asimismo, inversionistas institucionales como el BID o la CAF están activos en la región, como LPs (Limited Partners), como inversionistas directos y a través de diferentes líneas de crédito y donaciones.
Concluyendo
Por primera vez se observan signos de madurez en América Latina. El aumento del financiamiento, los eventos de liquidez, una base empresarial sólida y un mayor apoyo institucional son una realidad.
Las empresas de tecnología que transan sus acciones en la bolsa están alcanzando a los antiguos incumbentes: Mercadolibre, Despegar, Globant y B2W duplicaron su capitalización de mercado combinada en 2017 a US$ 34.000 millones.
Y nacen nuevas estrellas emergentes de la tecnología, como 99 y Nubank. Este es un momento único. Y una oportunidad única. América Latina está preparada para que una nueva ola de empresas de tecnología se convierta en líderes del mercado. Y esto es sólo el principio.
Fuente: InfoWeek on line
