Actualidad
Barriga cervecera, ¿Mito o realidad?

El consumo de cerveza ha sido por décadas asociado al incremento de la grasa corporal alrededor de la cintura. Pero es este acaso otro mito trascendental como pasarse el salero de mano a mano?
 
Primero que nada, hay que entender qué es la cerveza, cuáles son sus ingredientes principales y cuál es el valor nutricional para estudiar si realmente hay una relación o no.
 
¿Qué es la cerveza?

La Real Academia Española la define como una “Bebida alcohólica hecha con granos germinados de cebada u otros cereales fermentados en agua, y aromatizada con lúpulo, boj, casia, etc.”. La cerveza está compuesta originalmente de 4 ingredientes: cebada malteada, agua, lúpulo y levadura. Sin embargo hoy en día, con la expansión del mundo de las cervezas artesanales, es posible encontrar hasta cervezas a base de tocino.
 
La producción de cerveza inicia con el malteado de la cebada. El malteado del cereal consiste en la germinación mediante la simulación de las condiciones naturales, esto le permitirá al grano desdoblar las reservas de almidón para ser utilizado como energía y generar raíces para su desarrollo.

Cuando la cebada germina, esta es calentada y secada con aire caliente para detener su crecimiento. Ahora todo el almidón ha sido desdoblado y está listo para ser utilizado para la producción de cerveza.
 
La cebada malteada es luego molida para facilitar la extracción del almidón. Esta es posteriormente macerada en agua caliente (alrededor de 63°C) para permitir que las enzimas conviertan el almidón en azúcares simples. Este líquido azucarado es conocido como “mosto”, será la base para la producción de cerveza.

El mosto es hervido para esterilizar y clarificar. Durante este proceso, el lúpulo es agregado, ya sea al inicio para favorecer el sabor amargo o al final para dar aroma.

Una vez hervido y rápidamente enfriado, el mosto es transferido a un tanque de fermentación, donde se agrega la levadura para llevar a cabo la fermentación. La levadura es un hongo unicelular, capaz de convertir azúcares simples en etanol (y otros subproductos como dióxido de carbono y ésteres).

Una vez fermentada, la cerveza es madurada, ya sea en un tanque, o directamente en la botella, para luego ser servida y disfrutada por nosotros.
 
El grado alcohólico de una cerveza puede variar. Desde las analcohólicas, con menos de 0.5%, pasando por las “premium”, con un grado alcohólico de entre 4 y 6% hasta algunas que pueden llegar hasta 32% (La famosa Tactical Nuclear Penguin de BrewDog).

El porcentaje de alcohol producido será de cierta manera inversamente proporcional al azúcar residual en la cerveza. Es decir, a mayor grado alcohólico, menor cantidad de azúcares.
 
Desde el punto de vista nutricional, una cerveza lager premium (ejemplo, la típica Budweiser, 5%) contiene:
 
Total calorías: 144 kcal

Carbohidratos: 10.6 gramos

Proteína: 0.9 gramos

Alcohol: 14 gramos

Grasas: 0 gramos

 
Así como micronutrientes, como sodio, potasio y magnesio (en cantidades casi despreciables).
 
Bien se conoce que por cada gramo de carbohidrato se producen 4 calorías, 9 calorías por gramo de grasa y 7 por gramo de alcohol. Si desglosamos en detalle el conteo de calorías para esta cerveza, notamos que 98 kcal provienen del alcohol, mientras que sólo 46 provienen de los carbohidratos y proteínas.
 
Conclusión, a mayor grado alcohólico, mayor ingesta calórica. Es evidente que mientras más cervezas sean consumidas, más calorías se sumarán a la dieta diaria, posiblemente acumulando tejido adiposo en el organismo, mejor conocido como grasa.
 
Pero esto aún no explica si existe una relación entre barriga cervecera y el consumo moderado de cerveza.
 
Una revisión bibliográfica de meta-data de más de 12 estudios realizada por Natalie Bendsen y colaboradores, publicada en la revista Nutrition Reviews (Vol.71(2):67-87) concluyó que existe una fuerte base teórica sobre la relación del consumo de cerveza y la barriga cervecera, sin embargo, la data experimental no demuestra evidencia sustentable para probarlo.

De los 12 artículos utilizados para el análisis, se presentan resultados contradictorios que no facilitan un consenso en el resultado.
 
Aunque no se puede demostrar si existe una relación entre el consumo de cerveza y el incremento de grasa en la cintura, una cosa sí es clara: todo consumo excesivo es nocivo para la salud.

Desde el punto de vista de balance de masas, a mayor ingesta, mayor carga calórica se generará en el cuerpo. Por tanto, un consumo moderado de cerveza (alrededor de medio litro al día) no afectará la panza, hasta que se demuestre lo contrario.



Danos tu opinión




Las herramientas tecnológicas que hacen vida en los ámbitos de la sociedad urbana y rural, como Big Data, Blockchain, IoT, Cloud, Movilidad, Seguridad IT, Data Centers, Tecnologías de Comunicación 4G / 5G, RSE, Smartphones, Impresión de oficina y 3D, etc, son temas que abordamos a diario, difundiéndolos a nuestros lectores y seguidores de nuestras redes sociales. En ese sentido estamos a su disposición para reseñar todo lo relacionado a estas tecnologías. Contáctenos.
Categorias
IT
Telecom
Seguridad
Turismo
RSE
Eco Videos
Boletines
Extras
Eventos
Ecos Municipales
Cursos
Reportajes especializados
Coberturas
Deportes
Educación
Come Sano y Sabroso
Contáctenos
prensa@ecosdigitales.com


  2017 EcosDigitales.